jueves, 7 de marzo de 2013

ANIMACIÓN Á ESCRITURA

                                                               

                                                                    EL ANILLO

El día que entró por urgencias con un ataque de apendicitis, el anillo desapareció de su mano, igual que la víscera enferma. Por eso la recuperación fue tan larga y dolorosa. Incluso hoy, después de tanto tiempo, aún siente los dolores del postoperatorio en ese rincón invisible que tiene tantos nombres pero que nombraremos como corazón, aunque no sea del todo correcto. Y la marca del anillo todavía sigue tatuando su índice de  un color indefinido dentro del surco por él dejado. Como un campo arado sin sembrar y sin lluvia. Y era así como se sentía, como un campo improductivo y sin esperanza de regeneración. El anillo era el vínculo que la unía a su historia, a su memoria, a todo lo que había perdido. Sólo le quedaba aquel anillo para rescatar su pasado. Un anillo con un pequeño brillante y dos esmeraldas. Un brillante que aún encendía la chispa del vivir y las esmeraldas que reforzaban con su color alguna esperanza en el futuro. Cuando desapareció el anillo le desaparecieron las ganas de vivir.

Angela Fernández.

2 comentarios:

  1. Precioso Ángela, describe un sentimento auténtico ,pasei pola perda do anel que leva dentro o meu corazón e sentin que me perdía, Menos mal que apareceu ó momento, pero estiven a piques de paralizar o super do Corte Inglés...!foi terrible!

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  2. Fermoso e emotivo relato deses que tocan o corazón ...

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