lunes, 14 de abril de 2014


Entonces
no hablábamos de problemas.
Andábamos
abrazando la vida.
y elegíamos el ladodelosbesos.

Qué podía yo hacer
si tus ojos erantanazules
y tus brazostanposesivos...

II

Ahora, dejaré que mires
mi colección de escombros.
Que escuches
micanciónimprescindible.

Te serviré la cena.
Te cuidaré la ropa.

Pero no pidas mis latidos
ni mi piel, ni mis pensamientos. 
Mª Socorro.

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