martes, 17 de julio de 2012

COUSAS DE CARTOS


JUAN JOSÉ MILLÁS 
Auna niña rica le deja el Ratoncito Pérez cinco euros por un diente de leche. La niña rica se lo cuenta a su amiguita pobre, que enseguida calcula el valor de la boca entera: ciento cuarenta euros sin contar las muelas del juicio, en vías de extinción. Los niños pobres se pasan la vida haciendo cálculos aritméticos, aunque no sepan sumar ni dividir. Uno puede ser analfabeto, pero sabe lo que cuestan un riñón o un hígado, por eso están a la venta en internet. Si a un niño pobre le cuentas que por un diente de leche ingresas cinco euros, enseguida te hace la cuenta de lo que podrías obtener por un pie. ¿Cuánta gente se dejaría amputar un pie por, pongamos, dos mil euros? Mucha. Si estuviera permitido el desguace de uno mismo, en dos meses nos quedaríamos en nada. 



-Se ha muerto el tío Aniceto. 


-¿Y lo vais a enterrar o a cremar? 


-Ni una cosa ni otra, porque se fue vendiendo por partes antes de morir y no ha quedado nada de él. ......................................

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