sábado, 4 de mayo de 2013


Una extraña pareja

- Pero es que yo te quiero y quiero pasar el resto de mi vida a tu lado.
- Ya sabes que yo también, cariño, pero debemos madurarlo. Tus padres y los míos son demasiado mojigatos y debemos prepararlos.
- Pues a mí me da igual lo que piensen nuestros padres. ¡Si nos quieren deberán aceptarnos como somos! ¡Al fin y al cabo, hasta los matrimonios entre homosexuales están ya legalizados! Además, incluso tenemos ventajas si un día decidimos adoptar un bebé: nuestro hijo no tendrá problemas con los demás.
- Lo sé, lo sé, pero tienes que admitir que somos un caso muy particular. No somos una pareja demasiado convencional.
- ¿Y qué? A lo mejor hay muchos casos como el nuestro. Hasta podrían salir del armario cuando nos casemos.
- No sé, cariño, no sé. Pese a que somos una pareja ideal, yo muy viril y tú con mucha feminidad, me da miedo.
- Ten en cuenta que, salvo para nuestras familias y nuestros amigos, podemos perfectamente pasar por una pareja de lo más normal. Nadie tiene por qué darse cuenta de que tú eres lesbiana y yo gay.


Por Víctor Pérez        

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