Pusieron lápidas en mis ojos,
miro el mundo por las grietas
y lo veo fragmentado,
esquizoide.
Donde hubo cristales soleados
crecen telarañas
y en mis huesos
rebotan voces ya idas.
Soy un cascarón vacío,
deshauciado,
con la incerteza del mañana,
sin destino...
Mirella S.
No hay comentarios:
Publicar un comentario