Lo de hacer huelgas no es algo nuevo que venga de la Revolución Industrial, sino de unos cuantos siglos más atrás. En concreto hemos de remontarnos al antiguo Egipto, ya que una de las primeras huelgas de la historia se produjo junto al río Nilo, precisamente durante el reinado del faraón Ramsés III.
Cuando los obreros de la necrópolis real de Deir el-Medina no recibieron su paga habitual en granos decidieron paralizar las obras. Así que optaron por el siguiente modo de lucha: se levantaron por la mañana y en perfecto orden entraron en la necrópolis y templos aledaños, pero en vez de proseguir su labor diaria se sentaron en el suelo con la idea de no levantarse hasta que no se resolviera el tema de los pagos. Y funcionó, ya que después de que el cabecilla de la huelga se reuniera con los enviados del faraón, es decir la patronal, y tras arduas negociaciones, éstos accedieron a llevarles el grano junto con el que se les adeudaba.
Ramsés III |
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