La depresión: ¡frágil, manejar con cuidado!
Una de las principales manifestaciones de una vulnerabilidad no reconocida es sin duda la depresión. Los médicos, al igual que el resto de personas que nos rodean, se empeñan en anularla, cuando lo que realmente hay que hacer es tomarla en consideración. «El deseo de curar la depresión, en lugar de acompañarla, impide que tenga lugar», advierte la psiquiatra. Además, añade que cada metamorfosis que se opera en un ser vivo es una gran muestra de fragilidad, como los períodos de mudas en el caso de los animales. Por ende, la depresión puede descodificarse como si se tratara de una llamada; la de un ser frágil que solicita formar parte de otro mundo; la de la relación; la de la palabra; la de la unión; y la de ser reconocido por lo que uno es y no por lo que se cree que debería ser.
Es aquí donde se encuentra la raíz del problema. Aceptar la propia vulnerabilidad y hablar de ella antes de que nos invada exige también que nos neguemos a formar parte de una sociedad que solo está dispuesta a ofrecer la cara amable de la salud, la juventud y el éxito. ¡Eso es lo más difícil! Pero la psiquiatra recuerda: «¿Acaso tenemos otra elección que no sea la de aceptar nuestra propia condición humana?».
C. Maillard
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