Hoy he mirado a un hombre y él
no pudo desprenderse de mis ojos.Corrió como una llama en el bosque
y algo se puso a arder entre mis pechos.
Quise apagarlo con la lengua
y reíste, Señor,
te reíste de mí
y borraste la luna con un gesto de nube
precipitada.
Chantal Maillard
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